jueves, 17 de mayo de 2012

Samuel Flores Flores


Samuel Flores Flores

El arquitecto Samuel Flores Flores, es uno de los representantes de la arquitectura orgánica de finales del siglo XX y principios del XXI, en el cono sur.

Inscribiéndose en la tradición iniciada por Aalto, su interés por lo natural va mucho más allá de una integración del edificio con el entorno, para centrarse en la relación del hombre con el espacio que va a habitar.

Para él la arquitectura es la envolvente espacial que contiene y protege al hombre que la habita. “La arquitectura es magia, un dínamo que opera sobre la abstracción del espíritu humano, que conmueve, cuenta cosas y genera vínculos en el alma del habitante”[1].

Según él mismo lo explica tres grandes pilotes guían su proceso creativo:

“Uno es el hombre, la mujer, el grupo familiar, el grupo de la comunidad, la comunidad en si. Esto implica un estudio serio y profundo del ser humano, no solamente de su hecho físico particular, sino de todo el entorno que define la propia  personalidad del individuo y de su grupo habitable, con lo que me da la condicionante psíquica que mi obra debe cumplir en alguna forma. De ésta manera destruimos los prejuicios con que todos nacemos, en donde una casa siempre es un techo ineludiblemente a dos aguas, porque una casa es algo mucho mas importante que eso”[2]

El segundo pilote es el “lugar, el entorno, el hecho topográfico, el clima, el microclima, la región, la zona, con todo lo que eso implica como condicionante que nos limita pero que nos da una riqueza para sacarle partido a esos lugares”[3]. En cuanto a la relación de su obra con el entorno Flores señala que  no solo pretende integrar sus obras con el paisaje que las rodea, sino buscar formas apacibles, que no entorpezcan lo que la naturaleza ya de por si tiene[4]. Igualmente afirma que jamás busca la mimetización de sus construcciones con la naturaleza. “ La arquitectura es, ante todo, un hecho artificial. Por lo tanto, nunca puede ser un elemento que se integre plagiando la naturaleza, que, por otra parte, es incopiable.”[5]
Y el tercer pilote son las inversiones. “La arquitectura no es un hecho loco, no es un hecho en el que podamos hacer lo que queramos. La arquitectura está condicionada también por los límites económicos que debemos cumplir”.[1]





1. ARQUITECTURA ORGÁNICA. RITOS Y RITUALES. Artículo Revista AyD Enero 2010.
2-6.  Arq. Flores Flores UN ARTESANO DE ESCULTURAS HABITABLES. Prensa 1979. 


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